domingo, 7 de abril de 2013


Veranos.
Vicente de sonrojadas mejillas,
Enlaza sus manos a las mías,
Jugamos con sus barcos de papel en el río.
Acaricia mis rodillas moradas,
Sabe de la furia de mi padre,
Cuando se acaba el vino.
Te cambiaré un beso por un barco
Y otra vez se le encendieron las mejillas,
Sus labios de niño,
Mi primer beso…
El amor tenía olor a lavanda,
Mis pies en punta alcanzando su mentón,
Olvidé los remiendos de mi vestido,
El verano era color azul.
En mi bolsillo guardé mi pequeño barco,
Mirando aquellas figuras navegar,
La corriente se pone violenta,
¡Los barcos de Vicente!
No escuché los gritos,
Nunca supe nadar,
Cerrando los ojos te dije:
 Buenas noches Vicente.

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