Los ojales.
Mi abuela
jamás remendó los suyos
Y mi madre
los desgarró;
Los míos
tenían lágrimas de hadas,
Detalles
olorosos a espliego,
Recuerdos del
sur,
Trenzas
rubias,
Delantales de
muñecas,
Casitas de
madera,
Un
escapulario
Y un velo de
primera comunión…
Arcos de
flores,
Anillos de
oro,
Vals de los
novios,
Susurré no
quiero…
El último
ojal lo dejaré sangrar.
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